Sistema de gobierno

El sistema político predominante es el feudalismo. Nobles dirigentes, en solitario o no, más o menos tiránicos según vivan abajo o arriba de la moneda, rigen los destinos de miles de vasallos.

Hay una docena de reinos, imperios o estados pseudodemocráticos en cada mitad. No hay un soberano o emperador único que dirija a todos, sino un consejo central donde todos los dirigentes mantienen una delegación permanente: el Consejo Dubitativo. La sede se encuentra cerca del Orbe para que su luz les bendiga con la sabiduría de los dioses.

Todos los años los máximos responsables de cada territorio se reúnen en un lugar de su mundo. La ubicación y la fecha son reveladas un mes antes por los dioses al Consejo Dubitativo. Ellos lo transmiten a sus señores y estos se preparan para la gran cita donde consensuarán políticas (propio de Cara) y limarán asperezas (muy necesario en Cruz). Es todo un acontecimiento, una gran responsabilidad para los anfitriones y un deber para los nobles. Los dioses observan todo lo que sucede con detenimiento y son fáciles de disgustar.

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