Vida en Cara y en Cruz

Quienes habitan en el mundo de Cara son más felices y motivos no les faltan: sol, plantas, frutas, agua limpia y animales en abundancia. Su carácter es refinado y tranquilo. Son sociables y acogedores, siempre dispuestos a compartir el gozo de la vida con sus congéneres, charlando, comiendo y bebiendo al calor del sol.

En Cruz lo pasan bastante peor porque la ausencia de luz implica comer hongos o arriesgarse con las plantas bioluminiscentes, beber agua que siempre huele raro y cazar animales que seguro intentarán engullirlos primero. Son hoscos y directos, desconfiados y recelosos. Sin embargo, son fieles una vez ganas su confianza y apasionados, pues la lucha por la supervivencia marca la rutina diaria y siempre están dispuestos a vivir cada día como si fuera el último.

Bienvenido a Qíahn, viajero: escoge lado, elige vida