Qíahn Tactics, 1ª edición, agotado

Qíahn Tactics, 1ª edición, agotado

Qíahn Tactics, 1ª edición, agota sus existencias

Hemos vendido la última unidad del juego de mesa del universo de ficción medieval-fantástica Qíahn, mi querido Qíahn Tactics. Y sí, permíteme la emotividad porque hay mucha historia detrás este juego, como en tantas y tantas aventuras de creadores españoles y allende los mares.

El primer intento de sacarlo a la luz fue el 11/12/2013. Ese día iniciaba la campaña de micromecenazgo en Verkami. El juego era una apuesta personal, creado “desde las tripas”, con un conocimiento limitado del medio, del negocio (si se puede llamar así) y del público. Ni el enorme apoyo de los noventa y tres mecenas impidieron que mi ambiciosa inexperiencia acabase en fracaso el 20/01/2014: obtuve 3756,00 € de los 7795,00 € solicitados.

Analizado el proyecto hasta la saciedad, decidí replantear el juego. Creé una nueva mecánica de juego, más simple y orientada a los más pequeños de la casa, pero manteniendo los componentes, aunque reduciendo su cantidad para ahorrar costes. Con nuevos colaboradores y más promoción, lancé la segunda campaña de crowdfunding. Fue el 7/11/14, también en Verkami, con el apoyo de la app del juego en Google Play para que todos pudieran probar el juego antes de hacerse mecenas. Ciento treinta y dos mecenas no impidieron un nuevo batacazo el 17/12/14: alcancé 2494,00 € de los 3957,00 € planteados.

Dos fracasos consecutivos en un año es toda una marca (dudo si alguien la ha igualado), pero no un plato de buen gusto y motivo suficiente para sopesar mucho el futuro. Sin embargo, las pruebas sobre el terreno eran exitosas, especialmente con los niños de cinco a siete años. Ellos no mienten. Debía perseverar y apoyos, en cantidad y calidad, no me faltaban.

Y lo hicimos. En verano de 2015 lanzábamos la 1ª Edición del juego en el III Mallorca Game, convención de videojuegos de Palma de Mallorca. Solo trescientas unidades, con un packaging arriesgado, ecológico y nada convencional. La bauticé Valientes de Qíahn, pues no era un producto, sino un tributo, una deuda pendiente con la ciudadanía de Qíahn.

No la hemos vendido fuera de Mallorca, salvo un puñado de unidades. Toda la tirada ha salido poco a poco, partida a partida, en ferias, convenciones y demás actividades. Y lo han hecho los Marines de Qíahn, ese grupo de voluntarios tan especial que convierte el stand de Qíahn en mi segundo hogar, sea donde sea.

¿Habrá nueva edición? A corto plazo no, básicamente porque el juego de cartas también permite jugar al de mesa, simplemente descargando el reglamento y haciéndote con unos dados. En cualquier caso, no será igual, ni por su aspecto, ni por su historia.

Qíahn es mi hijo, mi criatura, pero ya es mucho más gracias a ti, Ciudadano, Valiente, Caballero o Dragón. Esto no va de mí, sino de nosotros, y no sabes cuán feliz me hace.

Javier Ordax, afortunado creador de Qíahn