Los Agujeros de Gusano (I)
Los Agujeros de Gusano son túneles que comunican ambas mitades y donde las leyes físicas se mezclan con la magia. Se encuentran a lo largo y ancho de la moneda, tanto en tierra firme, como en los mares.
Origen
Su origen debemos buscarlo en la creación de Qíahn. Cuenta la historia que los dioses vieron necesario comunicar los océanos de ambas mitades. De esa manera facilitarían la circulación natural del agua, impidiendo que hirviese en Cara y se helase en Cruz. Pero también las superficies, para facilitar la regulación de la temperatura.
La diosa Tierra se negó a realizar la tarea. Estaba exhausta tras el esfuerzo mastodóntico que le supuso engendrar la moneda. Los cuatro dioses restantes lo aceptaron y decidieron traer unos seres que habían descubierto en una región oscura del universo. Los eligieron por su forma de lombriz gigante y su capacidad para derretir la roca a su paso. Una vez esclavizados, les ordenaron que horadaran Qíahn.
Durante meses ejecutaron la tarea con eficacia y obediencia. Casi todos perdieron la vida, ahogados por las aguas, hervidos por los volcanes o reventados por la presión. Los restantes fueron devueltos a su hogar, resentidos para siempre con los dioses de Qíahn.
Marítimos
Las cuatro lunas provocan mareas notorias entre Cara y Cruz. Los sumideros más grandes, algunos con un diámetro kilométrico, se convierten en trampas mortíferas para la navegación. Afortunadamente su posición es estable y conocida. Sus remolinos gigantescos son evitados por todo capitán de barco que se precie, pero no es extraño que aparezcan restos de naves de Cruz en alguna playa de Cara y viceversa, castigo ejemplar para marineros inexpertos o piratas engreídos.
Bienvenido a Qíahn, viajero: escoge lado, elige vida