La génesis de Qíahn

El origen de Qíahn fue todo menos complicado. Fue hace casi trescientos años y los autores cinco dioses caprichosos. Cansados de observar las estrellas y el devenir de los tiempos decidieron crear un mundo con el único propósito de aliviar su aburrimiento. Para ello lo poblarían de criaturas y seres vivos que les divertirían con sus alegrías y desdichas.

Tenían el motivo y también los medios, la mayor fuente de poder del universo, una misteriosa energía aún más antigua que ellos: la magia. Su dominio sobre los cinco elementos que la integran les permitió dar forma a un mundo imposible, un mundo con forma de moneda. Agua, Aire, Fuego y Tierra, dieron lugar a los mares, ríos, nubes, volcanes, planicies y montañas. El Espíritu, el quinto elemento, patrimonio exclusivo de los dioses, originó la vida. Desde entonces la existencia misma de Qíahn ha sido posible solo gracias a la magia contenida en un único lugar: el Orbe.

Bienvenido a Qíahn, viajero: escoge lado, elige vida